DOS TENDENCIAS EN LA POESÍA DE JOSÉ WATANABE
En un comentario (www.larepublica.com.pe) a Banderas detrás de la niebla (2006), el último poemario de José Watanabe, Javier Ágreda (06/01/07) distingue dos tendencias al interior de la poesía de Watanabe: la primera centrada en la experiencia corporal y que tiene su máxima expresión en Cosas del cuerpo (1999); la segunda más culturalista y que se manifiesta en Habitó entre nosotros (2002), donde el poeta de Laredo trabaja con el evangelio. Pienso que, efectivamente, en Banderas... se observa una pugna entre esas dos formas de hacer poesía. El primer poema (“Responso ante el cadáver de mi madre”) es una meditación acerca de la muerte; en cambio, “El otro Asterión”, último texto del poemario, revela un trabajo con referencias culturales. ¿Cuál tendencia predominará en la obra de Watanabe? El tiempo lo dirá.
Análisis de 'El profesor suplente" de Julio Ramón Ribeyro *
La obra narrativa de Julio Ramón Ribeyro (1929-1994) es una de las más importantes de la literatura peruana contemporánea porque en sus cuentos supo recrear la vida de los marginados en una sociedad estamental como la peruana. Algunos han considerado que Ribeyro es el más grande cuentista peruano; otros, por el contrario, han afirmado que dicho escritor es demasiado tradicional y no realiza innovaciones formales en el ámbito de la técnica narrativa. Pensamos que Ribeyro constituye uno de los grandes autores peruanos que intentó plantear la vida de los marginales en el Perú contemporáneo. Para verificar dicha hipótesis, haremos una contextualización y luego analizaremos el cuento “El profesor suplente” que forma parte de Las botellas y los hombres , libro que vio la luz en 1964. Ribeyro es un representante de la denominada generación del cincuenta, la cual está integrada por escritores como Oswaldo Reynoso, Luis Loayza, Blanca Varela y Mario Vargas Llosa, entre otros. El autor de L
Comentarios
Estamos de acuerdo, creo que ambas tendencias se complementan entre sí. En el poema "Sala de disección", hay una crítica de la frialdad del conocimiento científico. El cerebro, para los estudiantes de medicina, es algo sin vida. En cambio, el poeta piensa que el cerebro de una persona muerta tiene vida. En tres meses publicaré mi libro "Mito, cuerpo y modernidad en la poesía de José Watanabe", donde analizo ese poema. Saludos, Camilo